Por qué amamos los hostels (y tú también deberías)
Los prejuicios contra dormir en hostels siguen existiendo; todos lo sabemos. Pero hay muchas razones para amar los hostels.
Marcia Abramovich
Former Community Manager
Todos sabemos que todavía existen muchos prejuicios alrededor de la idea de alojarse en un hostel.
Mucha gente piensa que sólo se aloja la gente que no tiene plata para alojarse en un hotel, o que se trata de lugares llenos de jóvenes, ruido y música. Otras personas piensan que si vas a un hostel, si o si tenés que dormir en habitaciones compartidas y compartir el baño. Otra idea que gira alrededor de los hostels, es que son lugares descuidados: incluso hay gente que cree que son lugares sucios.
A toda esta gente, tenemos que decirles que: ¡Están equivocados! Ya les contamos hace un tiempo por qué elegiríamos un hostel por sobre un hotel, pero además, existe otra razón: ¡nosotros amamos los hostels!
Y aquí tienes más razones por las que nos encantan...
Por el ambiente y la atmósfera
Digamos que sería raro que una persona estando de viaje esté de mal humor. Pero lo bueno de los hostels, es que toda la gente, además de estar contenta por estar viajando, comparte tiempo en lugares comunes, lo cual hace a un ambiente relajado y amigable. Los viajeros que se alojan en hostels, en general están predispuestos a compartir experiencias, información y momentos, con otros viajeros.
La realidad está muy lejos de ese imaginario popular que creo la película Hostel (en sus versiones I, II, III y IV !!). Por el contrario, al tener espacios comunes permanentemente transitados por otras personas, son lugares muy seguros.
Porque conocés gente
Como te decíamos: en general, los huéspedes de un hostel están ansiosos por conocer gente de otros lugares del mundo e intercambiar vivencias. El hecho de que en los hostels haya muchos espacios comunes, que la cocina sea un lugar de encuentro, que se organicen tours o salidas nocturnas, convierte a los hostels en un lugar único.
Ni hablar para quienes viajan solos. Viajar solo no quiere decir estar solo, al contrario, son quienes mas se relacionan con otros viajeros, buscando compartir experiencias y conocer gente nueva.
Porque te permite tener otra visión de la ciudad que estás visitando
Aquellos viajeros frecuentes sabrán que lo que figura en los folletos turísticos, es sólo una parte de lo que las ciudades tienen para mostrar. Por eso, estar en contacto con otros viajeros te va a permitir conocer la ciudad de otra manera, escuchando las experiencias y los consejos de aquellos que ya estuvieron caminando el lugar.
Porque son mucho más divertidos que los hoteles
Las dos razones que te nombramos arriba, te aseguran la diversión o como mínimo no aburrirte. Desde compartir una tarde, hasta dormir en una pieza con gente de diferentes culturas, pasando por una comida colectiva o una salida nocturna que se organiza en el hall, son algunas de las cosas que pueden hacer de un hostel, el lugar más divertido para alojarte.
En un hotel, es poco probable que se den estas situaciones, ya que en general el ambiente es mucho más serio y distante, y porque existen pocos espacios físicos que permitan tantos encuentros.
Porque en general son más baratos
Ojo, barato no es sinónimo de mal servicio. Pero es una realidad: el precio por noche de un hostel, en general está por debajo del precio de la noche en un hotel, sobre todo por los costos que implica cada uno. Hay que tener en cuenta esto para no llegar a un hostel y exigir el servicio de un hotel 5 estrellas y terminar desilusionados con el lugar.
Por eso, alojarte en un hostel te va a permitir ahorrar dinero y extender tu viaje, (o bien, gastarlo en otras cosas). Pero sobre todo te va a permitir conocer personas de otras partes del mundo que, después de todo, es lo que más enriquece de un viaje.